El ciclo del agua, también conocido como ciclo hidrológico, describe el movimiento
continuo y cíclico del agua en el planeta Tierra. El agua puede cambiar su
estado entre líquido, vapor y hielo en varias etapas del ciclo, y los procesos
pueden ocurrir en cuestión de segundos o en millones de años. Aunque el
equilibrio del agua en la Tierra permanece relativamente constante con el
tiempo, las moléculas de agua individuales pueden circular muy rápido. El sol
dirige el ciclo calentando el agua de los océanos. Parte de esta agua se
evapora en vapor de agua. El hielo y la nieve pueden sublimar directamente en
vapor de agua.
Las
corrientes de aire ascendentes toman el vapor de la atmósfera, junto con el
agua de evapotranspiración, que es el agua procedente de las plantas y la
evaporación del suelo.
Ciclo
hidrológico (del agua) El vapor se eleva en el aire, donde las temperaturas más
frías hacen que se condense en nubes. Las corrientes de aire mueven las nubes
alrededor del globo. Las partículas de las nubes chocan, crecen y caen del
cielo como precipitación. Algunas caen como precipitaciones de nieve y pueden
acumularse como casquetes polares y glaciares, que almacenan el agua congelada
durante miles de años. En climas más cálidos, los bloques de nieve a menudo se
descongelan y se derriten cuando llega la primavera, y el agua derretida fluye
por la tierra. La mayor parte de la precipitación cae sobre los océanos o la
tierra, donde, debido a la gravedad, fluye sobre la superficie. Una parte de
ese agua entra en los ríos a través de valles en el paisaje, y la corriente
mueve el agua hacia los océanos. El agua filtrada pasa a las aguas
subterráneas, que se acumulan y son almacenadas como agua dulce en lagos. No
toda el agua fluye por los ríos. La mayor parte de ella empapa la tierra como
infiltración. Un poco de agua se infiltra profundamente en la tierra y rellena
acuíferos (roca subsuperficial saturada), que almacenan cantidades enormes de
agua dulce durante períodos largos del tiempo. Algunas infiltraciones
permanecen cerca de la superficie de la tierra y pueden emerger, acabando como
agua superficial (y oceánica). Algunas aguas subterráneas encuentran grietas en
la tierra y emergen. Con el tiempo, el agua sigue fluyendo, para entrar de
nuevo en el océano, donde el ciclo se renueva.
Los lagos y lagunas son depresiones en la superficie terrestre que contienen aguas
estancadas, drenadas en muchos casos por ríos. Su profundidad puede ir desde 1
a 2000 m y su tamaño puede oscilar desde menos de una hectárea en las pequeñas
lagunas hasta los miles de km2 de los grandes lagos que se pueden asemejar
incluso a los ecosistemas marinos.
Los lagos pueden tener diversos orígenes:
·
Por efecto de la
erosión y deposición glacial se excavan cubetas que luego son rellenadas por el
agua de la lluvia y el deshielo.
·
Los meandros formados
por los ríos pueden quedar separados, formándose lagos en forma de media luna.
·
Los movimientos de la
corteza terrestre llevan en ocasiones a la aparición de depresiones que pueden
llenarse de agua.
·
En algunos cráteres
de volcanes extinguidos también pueden formarse lagos.
·
Los deslizamientos de
tierras pueden formar lagos cuando bloquean los ríos y valles.
Sin
embargo, también podemos encontrar lagos y lagunas cuyo origen no es debido a
causas geológicas:
· Los castores represan los ríos formando lagunas someras aunque en
ocasiones extensas.
· Los hombres crean inmensos lagos para producir energía eléctrica,
regadío o almacenamiento de agua y construyen pequeños estanques y pantanos
para actividades recreativas, para pescar o simplemente para albergar fauna.
· En minas y canteras abandonadas también pueden formarse charcas.
Los lagos y lagunas presentan unas fronteras bien definidas y
tienen ciertas características comunes:
· La cantidad de luz que penetra en el agua se limita únicamente a
las capas superficiales.
· La temperatura cambia tanto estacionalmente como con la
profundidad.
· La disponibilidad de oxígeno se ve limitada ya que solo una
pequeña proporción del agua está en contacto con el aire.
Las poblaciones de organismos que habitan en lagos y lagunas
experimentan cambios estacionales. En los climas templados a finales primavera
y principios de verano, el incremento de la radiación solar y la mayor
temperatura del aire hacen que las aguas superficiales se calienten más que las
profundas, y permanecen en esta zona debido a su menor densidad.
La capa de agua más caliente y ligera, el epilimnion, se sitúa por
encima de una capa de aguas más frías y densas, el metalimnion, cuya
temperatura desciende aproximadamente 1 ºC por cada metro de profundidad,
constituyendo un gradiente denominado termoclina.
Cuando el agua alcanza la Tª
de 4 ºC (máxima densidad) permanece como una capa de agua fría sobre el fondo,
el hipolimnion.
Mientras que el oxígeno mantiene la capa superficial bien aireada,
en las capas profundas además de un déficit de oxígeno, se acumulan los
nutrientes por descomposición de los sedimentos, por lo que estos son
inaccesibles para el fitoplancton del epilimnion.
Cuando llega el invierno, y como consecuencia del frío puede
producirse una ligera inversión térmica, quedando en la parte superficial el
agua más fría incluso helada, aumentando con la profundad hasta los 4 ºC.
Ríos
Un río es agua, generalmente dulce, que fluye a través de la
superficie de la tierra hacia un cuerpo de agua más grande, que suele ser un
mar. El flujo de un río se mueve cuesta abajo debido a la gravedad y trata de
llegar hacia los mares u océanos ya que estos son los que están “al nivel del
mar”, en tierras bajas.
Todos los ríos son un elemento necesario para la vida de los seres
vivos, que requieren un suministro de agua dulce para poder sobrevivir. Esto
está asegurado a partir del ciclo del agua, del que los ríos forman una parte
muy importante.
Descripción de los ríos
Las partes de un río son: Fuente, boca, confluencia, tributario,
cuenca hidrográfica, canal, lecho y orillas.
Los ríos son cursos de agua; siguen su camino a lo largo de un
canal y por lo tanto no permanecen estáticos, sino que se mueven y producen
energía. Asimismo, son los escultores del paisaje. Pueden identificarse las
siguientes partes de un río:
Fuente.
Es aquí donde se inicia el río, y puede ser un manantial, agua de
deshielo de un glaciar, un lago o de aguas subterráneas. Tiende ser una zona
alta a partir de la cual el río fluye por laderas escarpadas.
Boca.
Es el sitio donde el río llega a su fin y se une con el mar,
océano u otro cuerpo de agua como un lago o un embalse.
Confluencia.
Es el lugar donde dos ríos se unen.
Tributario.
Un río pequeño o arroyo unido a una corriente del río.
Cuenca hidrográfica.
Cada una de las áreas drenadas por el río. Dos cuencas están
separadas entre sí por una línea divisoria (llamada simplemente “divisoria de
aguas”) que marca los límites geográficos entre ambas.
Canal.
Sendero estrecho moldeado por acción del agua; un río transcurre
por un canal y el camino del río se denomina “curso”.
Lecho.
Fondo del canal.
Orillas.
Como su nombre indica, son los bordes del río a cada lado del
canal.
Los ríos también se “alimentan” del agua que proviene de la
escorrentía, la cual fluye hacia abajo para terminar en el mar. La escorrentía
no es más que el agua de lluvia que fluye cuesta abajo sobre una superficie terrestre,
pero que puede llegar a los ríos.
Cursos de
los ríos
Curso superior.
Tiende a ser una zona de tierras altas, donde el naciente canal se
caracteriza por ser estrecho y avanzar hacia abajo. En su camino por el terreno
escarpado, el río puede fluir en cascadas, rápidos y quebradas, y crear valles
en forma de V como consecuencia de la erosión sobre el terreno.
Debido a que el canal es estrecho y la ladera es escarpada, el
flujo de agua es enérgico y puede generarse turbulencia.
Curso medio.
El canal se torna más ancho, la velocidad del flujo es mayor y el
volumen de agua es también mayor que en el curso superior. La erosión del
terreno forma secciones curvas, que si adquieren forma de herradura toman el
nombre de “meandros”.
Curso inferior.
El volumen de agua es muchísimo mayor y por tanto, la energía
también. El terreno circundante es plano y en época de inundación se cubre de
agua. A este terreno se le llama “llanura de inundación” y es muy apreciado por
ser fértil, apto para los cultivos.
Fauna y flora de los ríos
Los ríos constituyen una de las zonas más prolíficas en vida
animal y vegetal. La unión de agua, plantas, animales, factores abióticos como
las rocas y los minerales así como la materia orgánica en descomposición,
conforman un ecosistema pleno para el desarrollo de muchísimas especies que ahí
encuentran refugio, agua y alimento.
Los peces de los ríos, claro está, son especies de agua dulce pero
algunos animales marinos llegan a aventurarse ahí, como determinados tiburones
y delfines. A grandes rasgos, en los ríos pueden encontrarse peces como la
carpa, la trucha de río, el bagre y la piraña; mamíferos como la nutria, el
castor y el hipopótamo; anfibios como las salamandras y las ranas y reptiles
como las tortugas, las serpientes, los caimanes y los cocodrilos.
Además de
peces, dentro del río habitan caracoles, mejillones, cangrejos y almejas.
La flora más común en los ríos está conformada por algas, musgos y
una gran cantidad de plantas acuáticas, sumergidas y flotantes. ¿Ejemplo? Los
jacintos de agua, los nenúfares, los lotos y las lentejas de agua. A los lados
de los ríos pueden crecer manglares y árboles altos.
Amenazas de los ríos
La contaminación, la modificación del flujo del agua por acción de
las presas o diques, la sobreexplotación de los recursos y la introducción de
especies no naturales de un río específico, que llegan a convertirse en
especies invasoras, son algunas de las amenazas que muchos ríos experimentan
con frecuencia.
Algunos ríos como el Ganges, el Citarum y el Yangtsé enfrentan un
nivel de contaminación muy alto.
Algunos ríos como el Ganges, el Citarum y el Yangtsé enfrentan un
nivel de contaminación altísimo, que ha afectado no solo la salud de los seres
que habitan su cuenca, sino también las actividades humanas como la pesca. La
preservación de los ríos es una tarea de suma importancia, y requiere la
cooperación a nivel individual y grupal.